lunes, 20 de octubre de 2014

Reflexión sobre el marco personal de la orientación laboral

Un poco de historia.....

Con la Revolución Industrial se produjo un cambio importante en las profesiones debido a la necesidad de dividir los tipos de trabajo y, por tanto, el requerimiento de la especialización en las tareas y la necesidad de la cualificación diferencial en los trabajadores. 

Es en este contexto en el cual nace la orientación laboral. Según Echevarría et al., la orientación nace inmersa en el triángulo básico formación-orientación-trabajo.

Cualquier trabajo requiere una formación más o menos compleja para desempeñarlo. En la actual sociedad del conocimiento se requiere cada vez más formación para poder acceder a un puesto de trabajo. 

La orientación laboral surge como necesidad de dar respuestas a la nueva sociedad industrial:

  • Dificulta para la elección de una profesión en una sociedad sometida a grandes cambios sociales y económicos.
  • Creciente importancia de la formación profesional ante la necesidad de técnicos cada vez más especializados.
  • Interés por afrontar las desigualdades sociales existentes.
  • Avance de la psicometría como un instrumento objetivo y científico para realizar un diagnóstico y medir aptitudes de la persona.
  • Nacimiento de diversas corrrientes psicológicas de atención al aspecto afectivo (psicoanális, psicoterapia centrada en la persona...).
¿Qué entendemos por orientación laboral?

El empleo implica una elección entre varias alternativas en función de las cualidades, capacidades, valores y posibilidades que tiene la persona. En este proceso de elección se necesita apoyo tanto a nivel informativo como formativo. Se necesita orientación. El mercado laboral actual se caracteriza por su gran inestabilidad y flexibilidad. Esta situación provoca dificultades tanto en el acceso al mercado laboral (tránsito escuela- empleo y tránsito trabajo-trabajo) como en el  mantenimiento del puesto de trabajo.  

La orientación es clave para mediar ante esta complicada situación del mercado laboral y apoyar a la persona que tiene que hacer frente a estas dificultades fomentando su autodeterminación en su relación con la profesión y el trabajo.
La labor de un profesional de orientación laboral se podrían resumir brevemente en el siguiente esquema:

¿Qué competencias se necesita para el desempeño de la orientación laboral?

Como hemos visto, la orientación laboral tiene un papel muy importante para apoyar a las personas en su relación con el empleo bien a las personas desempleadas para acceder al mismo como a las que ya se encuentran trabajando para apoyarles a mantener el puesto de trabajo. 

Por esta razón, es fundamental tener claras cuáles son las competencias que debemos tener como profesionales de la orientación y ser críticos con nosotros mismos para saber en qué debemos mejorar, actualizar o adquirir. 

Los principios que rige la labor de la orientación laboral son los siguientes:

Principio de individualización. El proceso de orientación debe responder a las necesidades, a las circunstancias, al contexto y a la situación de cada persona. El proceso en su conjunto, tanto en lo que se refiere al plan de intervención como también al lenguaje que se utiliza, los materiales, las contenidos y las técnicas que se utilizan. 

Principio de flexibilidad. La labor de la orientación se realiza en un contexto cambiante como es el mercado laboral, por tanto, debemos permitir los ajustes que sean necesarios provocados por nuevas situaciones que se produzca. 

Principio de autonomía. EL proceso de orientación debemos enfocarlo para potenciar la autonomía de la persona ofreciéndole los recursos y desarrollando las habilidades y competencias que sean necesarias. 


En el siguiente vídeo se puede ver el trabajo diario que se realiza en un Servicio de Orientación Laboral a través de un orientador laboral y de una persona usuaria de dicho servicio. En este caso, se trata de Lambide, un servicio de orientación ubicado en el País Vasco.

La competencia digital en orientación laboral
Las nuevas tecnologías están presentes cada vez más en todas las áreas de nuestra vida y, por supuesto, también lo están en el empleo y la formación. La competencia digital es una competencia necesaria que nos facilitará el poder participar más adecuadamente en la sociedad actual. 
La búsqueda de empleo evolucionó considerablemente en los últimos años y continua en constante evolución. Tanto la persona que busca empleo como el profesional de la orientación deben asimilar estos cambios y avanzar al mismo tiempo. 
Las nuevas tecnologías aplicadas a la orientación laboral suponen importantes ventajas. En primer lugar, Internet constituye el mayor centro de recursos existente que permite acceder a múltiples fuentes, disponer de información actualizada de forma permanente y facilita el trabajo colaborativo entre otros aspectos.
Sin embargo, resulta en muchos casos una ardua tarea, bien por la edad, el contexto o bien por que todavía no son conscientes de esta realidad digital.
El primer "problema" que encontramos: la información. Como orientadores laborales debemos conocer una gran cantidad de fuentes a las que poder acceder y  tener capacidad para seleccionar las que respondan mejor a nuestras necesidades y  las de las personas orientadas. Pero sucede que el volumen de información alojado en la red es inmenso con lo que puede conllevar a una "infoxicación".
Por ello, es importante establecer una estrategia adecuada de filtraje y curación que nos permita acceder a la información que realmente es relevante para nuestra tarea de orientación y sea verídica. Indicadores como la autoría, contenido, navegabilidad, ergonomía, visualización y luminosidad nos pueden servir de orientación para evaluar la calidad de las fuentes de información.
El proceso de curación de contenidos tiene el objetivo de evitar la saturación de información y distinguir la información relevante de la que no lo es. Los lectores RSS son las primeras herramientas que nos interesa conocer para evitar la "infoxicación".
Lectores RSS. Nos permiten centralizar en un solo espacio los artículos y publicaciones que las páginas, blogges, etc de nuestro interés publican habitualmente sin tener que revisar cada uno de esos espacios.  El único requisito es que esos espacios admitan la sindicación por RSS. Las herramientas más utilizadas en esta categoría son Feedly y Scoop.it
Marcadores sociales. Nos permiten almacenar, organizar, etiquetar y compartir los enlaces más relevantes de la red y podremos acceder a ella desde cualquier ordenador. Diigo es una de las herramientas de marcadores sociales más utilizada. 
Redes sociales. Constituyen espacios que promueven y facilitan la creación de comunidades e interacción social dentro de las mismas. 
Construcción de contenido. La herramienta fundamental en este espacio son los blogges. Los más utilizados actualmente son Wordpress y Blogger.
La incorporación de las nuevas tecnologías al mundo laboral requiere un cambio de mentalidad de todas las partes que están implicadas en el proceso como decíamos antes. Se trata de tener presencia en la red cuidando nuestra identidad digital pero además también es clave la diferenciación. Para ello, existen herramientas que nos pueden ayudar a lograrlo. 
En muchos lugar es frecuente escuchar que el currículum vitae en papel está en decadencia. Independientemente de esta cuestión lo que sí es cierto es que está cambiando y disponemos de herramientas  como  Easy-cv.com o Cuvitt que nos pueden ayudar a darle más valor y aumentar nuestra visibilidad. Incluso se está comenzando a utilizar el concepto de videocurrículum  o curriculum vitae 2.0 que permite ver en directo a la persona candidata y permite valorar muchos otros aspectos que resulta imposible con el currículum tradicional. 
Tras el análisis del segundo bloque impartido en el posgrado  la conclusión es que el profesional de orientación no puede ser ajeno a la situación que estamos viviendo en la sociedad, Tiene que adaptarse a los cambios del entorno para poder ofrecer una respuesta adecuada y adaptada a las necesidades de cada persona. Así. debe ser un profesional polivalente y debe poseer competencias técnicas (saber), competencias profesionales (saber hacer), competencias sociales (saber estar) y competencias personales (saber ser) para desempeñar su trabajo adecuadamente.

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